Panamá, 28 de febrero de 2003
EL COMITE DE DEFENSA DE LA INTEGRIDAD DEL PARQUE
NACIONAL VOLCAN BARU Y EL PARQUE INTERNACIONA LA AMISTAD le solicita de la
manera más respetuosa al Sr. Ricardo Anguizola, Administrador General de la
Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM -Panamá) a que RENUNCIE al cargo que
ostenta, para que conserve su dignidad, su respeto y su honra como ciudadano de
bien, ya que su actual proceder de ser vocero y promotor directo de la
DESTRUCCION DEL PARQUE NACIONAL VOLCAN BARU Y EL PARQUE INTERNACIONAL LA
AMISTAD, POR EFECTO DIRECTO DE LA CONSTRUCCION DE UNA CARRETERA POR EL
CORREDOR BIOLOGICO EL RESPINGO (LOS QUETZALES), es realmente muy lamentable y
vergonzoso.
Si usted renunciara Sr. Anguizola, su honra se
acrecentaría y su dignidad se robustecerá. Todos los ciudadanos decentes y
conscientes de la conservacion de los Parques Nacionales de Panamá, de las
Reservas de la Biósfera y los Sitios de Patrimonio Mundial lo apoyaremos
moralmente.
Por favor, todos los ciudadanos que
deseen apoyar la renuncia del Sr. Anguizola como Administrador de
ANAM, sírvanse enviar su apoyo al correo: ecopanama@ecoportal.zzn.com. Por favor sólo agregue la
inicial de su nombre y el apellido completo.
Esta solicitud de renuncia y todas las
firmas serán enviadas a los organismos nacionales e internacionales interesados
en el tema y a los medios de comunicación.
Esta solicitud de apoyo a la
resolución de renuncia del Sr. Anguizola nació en el seno de la comunidad
chiricana opuesta a este nefasto proyecto el día 21 de abril de 2003, reunidos
en vigilia en Bajo Mono, Boquete, Provincia de Chiriquí, República de Panamá.
Igualmente le solicitamos muy respetuosamente a
la Sra. Presidenta, Mireya Moscoso, que desista de este proyecto que está
obligando a muchos funcionarios de alta jerarquía a defender este proyecto que
no tiene ningún fundamento que lo sustente, a menos que medien intereses
creados de allegados al gobierno, que no creemos sea realmente el
caso. Confiamos que Ud. Sra Presidenta no tiene intereses particulares,
mucho menos, cuando se trata de inversión pública de alto costo como éste y de
enorme impacto ambiental.
Defendamos ahora más que nunca un
patrimonio natural de carácter internacional que Dios nos ha legado.
Adelante ciudadanos panameños y del mundo, está
en nuestras manos, la no destrucción de este bien natural, Patrimonio de
Humanidad, Reserva de la Biósfera y Parque Nacional de alta prioridad de
conservación en Panamá.